A partir del próximo 15 de mayo comenzará oficialmente la temporada de ciclones y huracanes en el Océano Pacífico Oriental, mientras que el 1 de junio iniciará en el Pacífico Central, y terminará el 30 de noviembre en ambas zonas.
Y a pesar de que estos fenómenos son posibles en cualquier tiempo, las fechas delimitan el período en cada año, durante el cual se forman la mayor parte de los ciclones tropicales en el océano Pacífico.
Pero, ¿Cuáles serán los nombres de los ciclones o huracanes para este año 2020? A continuación, te presentamos los nombres que estos podrían tener.
Pacífico Este:
- Amanda
- Boris
- Cristina
- Douglas
- Elida
- Fausto
- Genevieve
- Hernan
- Iselle
- Julio
- Karina
- Lowell
- Marie
- Norbert
- Odalys
- Polo
- Rachel
- Simon
- Trudy
- Vance
- Winnie
- Xavier
- Yolanda
- Zeke
Pacífico Central:
- Hone
- Iona
- Keli
- Lala
- Moke
- Lolo
Cabe mencionar que este sería el período comprendido para la formación de los ciclones tropicales, sin embargo el desarrollo de los mismos pueden darse en cualquier momento del año.
Los pronósticos de la actividad ciclónica son emitidos antes de cada temporada por los servicios meteorológicos de México, a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), y de Estados Unidos, a través de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA).
¿Cómo se forman los huracanes?
En el Océano Atlántico y el este del Pacífico se les llama huracanes, en la Bahía de Bengala y en el Océano Índico se les conoce como ciclones mientras que en el Pacífico occidental se los conoce como tifones, de acuerdo con expertos.
Éstos se forman por la acumulación de tormentas eléctricas que se desplazan sobre aguas oceánicas cálidas.
Cuando el aire cálido de la tormenta y de la superficie oceánica se combinan, empiezan a elevarse en forma de remolinos. Esto genera baja presión en la superficie del océano.
Los vientos que circulan en direcciones opuestas hacen que la tormenta comience a girar. La elevación del aire cálido hace que la presión disminuya a mayor altitud.
La tormenta gira debido a la rotación de la Tierra y la energía del agua caliente del océano aumenta la velocidad de los vientos. Así es como la tormenta va fortaleciéndose. Para que finalmente sea considerado un huracán tiene que alcanzar los 119km/hora.