Desde que El Cairo cerró las áreas recreativas en marzo debido al nuevo coronavirus (COVID-19), los El Helw, domadores de leones y tigres desde hace tres generaciones, se han quedado sin circo y, por lo tanto, técnicamente en el desempleo.
En su sala de estar de El Cairo, el domador egipcio Ashraf el Helw reprende a la leona Joumana, que trae a casa para actuaciones en directo durante la pandemia del coronavirus.
- La familia decidió ofrecer el espectáculo desde casa para mantener el contacto con el público a través de las redes sociales.
Una primera actuación, transmitida en las cuentas de Instagram y Facebook de los hermanos El Helw el mes pasado, obtuvo miles de visitas. En las próximas esperan obtener más visualizaciones y algunos ingresos.
En el gran salón de azulejos de unos 80 m2 han movido los muebles para hacer sitio para la pista, los dos taburetes de circo y dos mesas.
Antes del coronavirus, había mucha actividad porque en Egipto a la gente le gusta mucho el circo. Pero todo se detuvo", cuenta Ashraf, de 26 años.
"Miedo por los muebles"
Por el momento se las arreglan para pagar a unos treinta empleados y para alimentar a unas 40 fieras, pero "no puede seguir así mucho tiempo".
En estos tiempos de pandemia, la familia, famosa en Egipto por sus actuaciones en el circo nacional, a orillas del Nilo, en El Cairo, aprovechó su popularidad para difundir, con la ayuda de Joumana, el siguiente mensaje: "Quédate en casa, a salvo".
A la espera de días mejores, en el octavo piso de un gran edificio de hormigón, en pleno corazón de la ciudad, Joumana entrena para el próximo espectáculo, cuya difusión está prevista con motivo del Aíd al Fitr, o fiesta del fin del ayuno que marca el final del mes de ramadán, a finales de mayo.
Al principio su madre no era muy partidaria "porque temía por los muebles", confiesó Ashraf.
La leona de cuatro años salta del taburete a una mesa para agarrar un pedazo de carne colocado en el extremo de una pasarela de madera.
Al igual que sus dueños, la leona usa el ascensor para acudir dos veces por semana a las sesiones de entrenamiento. El resto del tiempo vive en un parque fuera de la ciudad, donde los El Helw cuidan de otros felinos.
Cuando Joumana llega en su gran jaula de hierro instalada en la parte posterior de un 4X4, los El Helw y sus ayudantes bloquean la escalera hasta que la leona entra en el ascensor.
Husein Suleiman, jefe de seguridad del edificio, afirma no haber "recibido quejas". "La familia es encantadora, la gente viene a tomar fotos cuando ven pasar a la leona", cuenta