El brote de coronavirus que azota al mundo y ha dejado hasta el momento más de 70 mil muertos, también ha traído consecuencias para los animales de compañía, ya que muchos de ellos han sido abandonados a causa de la pandemia de la COVID-19.
Por ello, activistas en América Latina están luchando para albergar y alimentar a los animales abandonados por los propietarios que temen equivocadamente que sus mascotas los infectarán con el coronavirus o que no pueden alimentar a los animales en medio de bloqueos que han provocado un mayor desempleo.
Defensores de animales en Colombia dicen que "debido a las noticias falsas y al pánico causado por la información errónea, hay personas que están abandonando a sus mascotas", ya que en redes sociales se han hecho circular rumores de que las mascotas pueden infectar a los humanos con COVID-19, sin embargo, autoridades de todo el mundo han señalado que no existe evidencia suficiente para tales afirmaciones.
De hecho en Hong Kong, el subdirector del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de dicho país asiático, el doctor Thomas Sit, explicó quelos gatos y perros no pueden transmitir el nuevo coronavirus a los humanos, pero pueden dar positivo para detectar niveles bajos del patógeno si lo contraen de sus dueños.
Ante tal situación, los defensores de los animales se han dedicado a salir a la calle para alimentar a los callejeros que generalmente dependen de los desechos.
Si no venimos a cuidarlos, alimentarlos, darles agua y asegurarnos de que están bien, nadie más lo hará". María Luz Menacho, una rescatista de animales en La Paz, Bolivia.
La situación de abandono de animales de compañía ha aumentado después que los gobiernos latinoamericanos decidieron cerrar fronteras e imponer cuarentenas con la intención de poder contener el virus que ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo.
Agravando así, los problemas de maltrato y abandono animal en la región, ya que de acuerdo con los activistas animales los informes de abandono se han duplicado durante la cuarentena.
Estas semanas han sido muy duras en el sentido de que nosotros no nos preocupamos solo por nuestras familias, por las personas, sino también tenemos esa angustia que hemos estado viviendo por los animalitos que dependen de nosotros". Blanca Rodríguez, rescatista de animales en Usme, Colombia.
Gracias a estos voluntarios, perros y gatos de la región pueden obtener un poco de ayuda durante el tiempo de aislamiento social por la COVID-19.