Reino Unido se convirtió este martes en el primer país de Europa que supera las 30 mil muertes debidas al coronavirus (COVID-19), por delante de Italia y España, situándose como el segundo más castigado del mundo solo por detrás de Estados Unidos, el mayor afectado.
- Los datos publicados el martes por las diversas agencias regionales de estadística de Reino Unido suman 32 mil 313 muertes por COVID-19 como presunta causa inscrita en el certificado de defunción.
Y estas cifras, superiores a las recopiladas diariamente por el Ministerio de Sanidad, abarcan solo las muertes hasta el 24 de abril en Inglaterra (28 mil 272), Gales (mil 376) e Irlanda del Norte (393), y hasta el 26 de abril en Escocia (dos mil 272), por lo que se esperan más decesos.
Un escenario que se veía lejos
Este récord parecía impensable hace dos meses, cuando Reino Unido registró su primer fallecimiento por coronavirus y el primer ministro Boris Johnson afirmaba seguir estrechándole la mano a todo el mundo. Desde entonces, el líder conservador enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizado, incluidos tres días en cuidados intensivos, mientras el balance de víctimas crecía día a día.
El recuento del Ministerio de Sanidad de Reino Unido se disparó hace una semana cuando este comenzó a sumar las muertes por COVID-19 en domicilios y residencias de ancianos a sus balances diarios en centros hospitalarios. Así el Reino Unido superó primero en números totales a España (25 mil 428 fallecimientos hasta el lunes) y ahora a Italia (28 mil 884).
- Solo Estados Unidos, que suma 67 mill 682 muertes desde el inicio de la crisis, sale peor parado.
- Sin embargo, cada país cuenta de forma diferente y las comparaciones no son fáciles.
Con 66 millones de habitantes, el Reino Unido tiene seis millones más de personas que Italia y casi 20 millones más que España, que solo contabilizó las muertes en geriátricos cuando comenzó tardíamente a practicar allí tests de COVID-19. "Pueden no ser conteos exhaustivos de muertes como estamos haciendo ahora aquí", señaló la semana pasada la doctora Yvonne Doyle, responsable de la salud pública inglesa.