Las medidas para reactivar las actividades en varios países de América, así como las recientes manifestaciones en Estados Unidos, podrían ser detonantes para la propagación del nuevo coronavirus causante de COVID-19.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la situación que presentan los países del continente americano no es estable ante el COVID-19.
Claramente la situación en muchos países suramericanos está lejos de ser estable. Hay un rápido aumento de los casos y esos sistemas están bajo una presión creciente", Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, muchos han anunciado la reapertura gradual de actividades pese a ello. Dentro de las ciudades más afectadas se encuentran la metrópoli selvática de Manaos y la costera Río de Janeiro, en Brasil, mismas que estaban empezando a reabrir. El país ha reportado más de 526 mil casos del virus, sólo por detrás de los 1.8 millones reportados en Estados Unidos.
Mientras que las protestas que se viven en Estados Unidos luego de la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano fallecido después de que un policía blanco le presionara el cuello con la rodilla cuando estaba esposado sobre el piso, mantienen con preocupación a las autoridades que temen que éstas pudieran provocar nuevos brotes en un país donde el virus ha afectado de forma desproporcionada a las minorías raciales.
Las protestas por la muerte de Floyd, producida el 25 de mayo en Minneapolis, han remecido a ciudades desde Nueva York a Los Ángeles, y muchos de los manifestantes no llevaban mascarillas.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, expresó su preocupación porque las protestas en la ciudad de Nueva York pudieran poner en peligro la larga y dura batalla para contener la pandemia en uno de los lugares más afectados del mundo y que se convirtió en el epicentro de COVID-19 en la Unión Americana.
Enciendes la televisión y ves estas reuniones masivas que podrían estar infectando a cientos y cientos de personas después de todo lo que hemos hecho. Tenemos que tomarnos un minuto y preguntarnos, ¿qué estamos haciendo?", Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York.