En las calles de Túnez, el ministerio del Interior hace circular desde hace algunos días un robot policial, construido localmente, que llama a la población a respetar el confinamiento, impuesto el 22 de marzo para frenar la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19).
El robot P-Guard, también llamado "Robocop", ha sido visto en varias ocasiones en diferentes barrios de la capital y pide a la gente que "respete la ley y la aplique, y que no abandonen sus casas para limitar la propagación (del virus COVID-19) y preservar vidas humanas".
¿Qué haces? ¡Muéstrame tu identificación! ¿No sabes sobre el confinamiento?", lanza con voz fuerte este robot, pilotado a distancia, según imágenes difundidas por el ministerio del Interior.
Así pues, no es posible determinar de inmediato si el robot, que técnicamente puede controlar los documentos de identidad, está en condiciones de sancionar a los posibles infractores.
Producido en Túnez desde 2015 y vendido principalmente a empresas en el extranjero, este robot P-Guard, especializado en la seguridad de locales, fue creado por un académico tunecino en robótica, Anis Sahbani, fundador de la empresa Enova Robotics, con sede en Sousse.
Enova Robotics donó un número no especificado de robots al ministerio del Interior.
El robot "Robocop", cuyo valor oscilaría entre los 100 mil y 130 mil euros, posee una inteligencia artificial que lo hace "totalmente autónomo", pero también puede operarse a distancia, situación que es benéfica en un contexto como el que se vive por el nuevo coronavirus (COVID-19).