La música rompe fronteras, incluso en aislamiento por cuarentena ante la propagación del coronavirus (Orthocoronavirinae). Así lo demostraron los músicos de la Orquesta Nacional de Francia, que lograron la increíble hazaña de tocar el Bolero de Ravel con todos sus integrantes separados.
Como si de un rompecabezas musical se tratara, uno a uno fueron apareciendo a cuadro los músicos de la orquesta al ritmo de las notas.
La función comienza con tres músicos: un violonchelista, un violinista y un percusionista con la leyenda "Quédate en casa" escrita en su tambor rojo, quienes hicieron sonar los primeros acordes del Bolero de Ravel.
Al matiz de imágenes y sonido, que quedó grabado en un video publicado en la cuenta de YouTube de la Orquesta Nacional de Francia, se suma un flautista con su melodía alucinante, que aparentemente toca en la sala de su casa.
Conforme el ritmo crece y aumenta la tensión y la potencia de la melodía, se van sumando más y más músicos hasta formar una orquesta de 50 elementos. Todos a distancia, pero unidos por el amor a la música en medio de la crisis de salud desatada en el mundo por el coronavirus (Orthocoronavirinae).
Didier Benetti, timbalero, hizo un arreglo de la obra para reducirla de los habituales 15 minutos a poco menos de cuatro, más fáciles de manejar en una red social.
Para lograr la virtuosa pieza de Bolero de Ravel, los músicos recibieron sus partituras por e-mail, y obtuvieron una pista de audio para escuchar por audífono mientras tocaban.
Sin embargo, el maravilloso resultado visual y auditivo que es la interpretación del Bolero de Ravel no fue tan sencillo, pues los músicos se filmaron a lo largo de cuatro días la última semana de marzo.
Un violinista tocó al aire libre contra el fondo de un hermoso paisaje marino. Otros permanecieron en el interior de sus casas para dar un aire de intimidad. Esta vez no hubo vestuario de etiqueta.
Dimitri Scapolan, un productor de video e ingeniero de sonido, logró unir las filmaciones individuales en una labor de retazos sonora y visual de notable coherencia.
Actuar para el video fue "muy terapéutico", pero es un premio consuelo en comparación con estar todos juntos en un escenario, dijo Benetti, quien al no poder llevar los enormes timbales a su casa, improvisó con un par de sillas y enseres de cocina.
El objetivo de tocar el Bolero de Ravel fue para enviar un mensaje a los amantes de la música en medio de la cuarentena que padecen decenas de países ante la propagación del coronavirus: estamos con ustedes.
Para nosotros, el público es esencial. Sin el público, en realidad no existimos", dijo Didier Benetti, el timbalero.
Publicar su actuación en YouTube fue una manera de mantenerse en contacto entre ellos y con el público al que echan tanto de menos.
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