Las medidas de prevención ante la pandemia de la COVID-19 promovidas por autoridades de todo el mundo, deben ser seguidas por todos, y las obras de arte no se han quedado atrás, tal como lo ha hecho el mural de "La chica con el tímpano perforado" del enigmático artista Banksy que se ha actualizado para la era del coronavirus portando un cubreboca de tela azul.
Este mural de Banksy pintado en un edificio junto al puerto en la ciudad natal de Bristol, en el oeste de Inglaterra, en 2014, es una versión de la pintura clásica de 1665 "La chica con un arete de perla" del artista holandés Johannes Vermeer, sólo que porta una alarma de seguridad que reemplaza la perla.
Aunque se desconoce si fue el propio autor de la obra quien colocó el cubreboca de tela a la mujer pintada, ya que el mural recién adornado no apareció en la página de Instagram de Banksy, donde generalmente publica imágenes de su trabajo. Lo cierto es que esta intervención resultó apropiada en momentos donde se necesita tomar medidas de prevención contra la COVID-19.
Ésta no sería la primera vez que el brote de coronavirus inspira a Banksy, recientemente el artista cuya identidad es un secreto muy bien guardado, dio a conocer su obra de ratas estampadas corriendo enloquecidas en un baño y no en las calles, representando la instrucción de quedarse en casa emitida por parte de las autoridades británicas para contener los contagios.
En su obra, Banksy parece demostrar que las ratas se encuentran afectadas por el encierro producto de la cuarentena por la COVID-19, de ahí que una de ellas esté marcando en el espejo con un lápiz de labios los días transcurridos de la cuarentena.
Mientras otras aparecen saltando encima de la pasta de dientes salpicando todo, rodando un rollo de papel higiénico e incluso orinando en un sucio inodoro.
De lo poco que se sabe del artista está su gran afición por las ratas, tan solo en las calles de Reino Unido se han identificado hasta 39 tipos diferentes de ratas, la mayoría atribuidas directamente al artista.
Desde hace un tiempo las obras de Banksy son de las más populares y costosas, el año pasado su pintura de chimpancés sentados en el parlamento británico se vendió por más de 12 millones de dólares, un precio récord en una subasta por su trabajo.