Argentina está desde el 20 de marzo bajo un régimen estricto de aislamiento obligatorio para mitigar los efectos de la pandemia, ante el aislamiento un ciudadano decidió fabricar máscaras con su impresora 3D para luchar contra el coronavirus.
Jorge Waisman aseguró que se encontraban muy inquieto durante la cuarentena, por lo que el residente de Buenos Aires canalizó su energía para producir protectores faciales con una impresora 3D para donarlos a los hospitales, para ayudar a Argentina en la lucha contra los efectos de la pandemia mundial de coronavirus.
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Me encanta caminar por las calles, me encanta salir. He estado en casa durante 15 días y reboté en las paredes de mi casa. Entonces, he canalizado mi energía en esto. Dije, ¿cómo puedo ser útil estar encerrado? Y bueno, se nos ocurrió esta idea." Jorge Waisman
Waisman dijo que "rebotó en las paredes" después de 15 días en cuarentena, luego comenzó un esquema de producción y distribución para el equipo de protección esencial, y creó el grupo "Contagiando Ayuda" junto con otros 70 voluntarios.
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Con cuatro impresoras instaladas en una especie de taller instalado en su casa, Waisman fabrica máscaras que ayudan a reforzar la higiene y la protección de los trabajadores del sector sanitario de los hospitales públicos cubriendo completamente sus rostros.
Treinta de los voluntarios que participan en el esquema, todos fanáticos de la impresión 3D, se dedican a fabricar las máscaras de plástico y otros suministros, mientras que otros los entregan los suministros en automóvil.
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En la primera semana, produjeron alrededor de 500 máscaras que se distribuyeron en 20 hospitales estatales.
Pero la demanda de estas máscara ha aumentado y ahora continúan trabajando para poder llevar las máscaras a todos los que lo necesiten.
La demanda es tan grande que el teléfono suena todo el tiempo, con llamadas de enfermeras, policías, agentes de seguridad de compañías privadas que están desesperados por sus máscaras."
Elián Roldán, médico residente en anestesiología en el Hospital Álvarez, dice que todavía no tienen esas máscaras pero que las necesitan como una capa adicional de protección.
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En Argentina, un 90% de la población está confinada en sus casas y la actividad económica casi paralizada salvo los servicios e industrias esenciales de alimentos, higiene y medicamentos.
El país sudamericano ha registrado 820 casos positivos del nuevo coronavirus y 22 muertos, según el último balance oficial; se prepara con el acondicionamiento de más camas hospitalarias y adquisición y producción de insumos para un eventual pico de contagios que se proyecta para inicios de mayo.
Pese a las medidas tempranas de aislamiento para mitigar los contagios, el presidente Alberto Fernández admitió que la situación será difícil.