Cuando inició la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus (Orthocoronavirinae) en República Checa, los ciudadanos se enfrentaron a la escasez del cubrebocas y ante la falta de la "llamada prenda del 2020", que nos protege de un posible contagio de la enfermedad, se dieron a la tarea de dar rienda suelta a su creatividad y hacer en casa su propio cubrebocas. Los diseños ahora son parte de una exposición en un museo que pretende demostrar que el coronavirus pasará a la historia.
En el Museo Nacional Checo, la exposición de cubrebocas, que dan cuenta que la pandemia del COVID-19 ya es parte de la Historia, está abierta al público desde este lunes. En República Checa se han registrado hasta el momento 8,725 casos de coronavirus y 304 muertes. El país europeo fue uno de los primeros en hacer obligatorio el uso de esta prenda fuera del hogar.
Entre los diseños de estos cubrebocas que la gente hizo en casa como parte de un esfuerzo nacional para protegerse del COVID-19, se encuentran algunos que tienen motivos folclóricos, colores de la bandera nacional checa e incluso el mapa del metro de Praga. La muestra que recibirá a visitantes como parte de la etapa de desconfinamiento que desde hace días se inició en Europa, cuenta también con un cubrebocas que fue diseñado por una organización sin fines de lucro para crear conciencia sobre el cáncer de ovario.
- Un cubrebocas más fue hecho por una mujer para su esposo con la camisa que él llevaba el día de su boda.
De acuerdo con la curadora Mira Burianova, los cubrebocas son un verdadero "símbolo" de la situación por la que atraviesa el país. Comentó que el equipo detrás de la exposición había hecho una selección de cientos de ellos enviados por el público con muchas historias detrás de ellos.
Intentamos hacer una selección para que cada cubrebocas tenga su propia historia y pueda contar a los visitantes lo que los ciudadanos experimentaron en las últimas semanas y meses", Mira Burianova, curadora.
La exposición llega justo cuando el gobierno checo relaja su política de cubrebocas. La gente ahora no tendrá que usarlos al aire libre, sin embargo, sí debe llevarlos en el transporte público, edificios públicos, entre ellos los museos.