Para luchar contra el coronavirus (COVID-19), el pueblo italiano de Canonica d'Adda decidió que hombres y mujeres tengan días específicos para ir a comprar y evitar así la afluencia, que favorece los contagios.
"El martes, el jueves y el sábado se puede ir a la panadería", explica una señora a una policía de esta localidad cerca de Bérgamo, la ciudad más duramente afectada por el virus en Italia.
- El ayuntamiento anunció multas de hasta 400 euros a los que no cumplan la norma.
Según Gianmaria Cerea, el alcalde de este pueblo de cuatro mil 400 habitantes, el COVID-19 mató a 20 personas de la localidad en marzo, aunque no es las más afectada en esta zona roja de la pandemia.
La normativa local específica los días que los hombres y las mujeres pueden hacer las compras y tiene el objetivo de "proteger la sanidad pública", según el alcalde.
Cinzia Invernizzi, una jubilada de 62 años, no pone en duda la importancia de la medida, pero no entiende "porqué los hombres tienen un día más cuando el 80% de las compras de comida las hacen las mujeres y no los hombres".
Según Gianmaria Cerea, el domingo solo está abierta la farmacia del pueblo, que no entra en la medida, y algunos supermercados.
Lombardía es el epicentro italiano de la pandemia, con casi nueve mil 500 muertos, más de la mitad de los fallecimientos en ese país. Además, fue la primera región italiana que obligó a la gente llevar mascarilla, un fular o una bufanda cuando salen de casa.