Las imágenes de decenas de cadáveres de personas que murieron por coronavirus abandonados en las calles de Guayaquil, Ecuador, a la espera de ser sepultados, inspiraron a un empresario de Colombia a diseñar camillas convertibles en ataúdes, fabricadas con cartón.
El sistema de salud de Colombia hasta ahora no ha sido colapsado por los pacientes con coronavirus, a diferencia de lo que sucedió en otros países en donde la crisis sanitaria se agravó por escasez de ataúdes y demoras en la inhumación o cremación de las personas fallecidas.
- Rodolfo Gómez, gerente de una empresa de diseño y fabricación de material publicitario para puntos de venta en supermercados, comenzó a concebir el proyecto.
Afortunadamente somos una compañía con una capacidad de resiliencia grandísima e innovación. Lo que hicimos es poner esa misma creatividad y esa innovación que ponemos usualmente hacia los clientes, hacia el sector salud".
El proyecto de las camillas convertibles en ataúdes comenzó en medio de la parálisis obligatoria de cinco semanas que enfrentó su empresa ABC Displays por la cuarentena nacional decretada por el Gobierno para contener la expansión del coronavirus, que ha dejado más de 18 mil 330 personas contagiadas y 652 muertas en Colombia.
Vimos lo que pasó en Ecuador, que sacaban a familiares muertos a las calles y eso nos causó una impresión grandísima. Los servicios funerarios están colapsando con la pandemia, entonces empezamos a desarrollar así mismo que la cama se pudiera convertir en ataúd".
Diseño versátil
- La empresa reanudó actividades amparada en las excepciones que concedió el Gobierno al sector de manufacturas.
- Las camillas convertibles en ataúdes de cartón tienen un diseño acorde a medidas estándares de camas hospitalarias.
- Tienen barandas metálicas de protección y ruedas con frenos que permiten inclinar al paciente.
Resisten un peso de 150 kilos, cuestan entre 92 y 132 dólares (40% menos que una tradicional de baja gama) son biodegradables, se pueden desinfectar fácilmente y el material garantiza rapidez en la fabricación y entrega. Su bajo costo permitiría a alcaldías y gobernaciones dotar con camillas convertibles en ataúdes a los desprovistos hospitales de apartadas regiones.
Las primeras camillas convertibles en ataúdes producidas serán donadas al hospital de Leticia, la capital del selvático departamento del Amazonas, una de las ciudades más golpeadas por la pandemia y que enfrenta un déficit de camas. El diseño ya despertó interés en Perú, Chile, Brasil, México y Estados Unidos. Gómez perfecciona detalles para las que podrían ser sus primeras exportaciones, una tabla de salvación para su compañía de 80 empleados en medio de la crisis económica que vive Colombia.