Las muertes en Estados Unidos por el nuevo coronavirus Covid-19 superaron las 4 mil durante la madrugada de este miércoles, cifra que se duplicó en tres días, de acuerdo con el recuento que realiza la Universidad Johns Hopkins.
El número de fallecimientos por Covid-19 ascendió a 4 mil 076, contra las 2 mil 10 que se habían registrado durante el pasado sábado.
Más del 40% de la muertes se registraron en el estado de Nueva York, lo que lo convierte en el estado de la Unión Americana más afectado por el nuevo coronavirus Covid-19.
Este martes, Estado Unidos había superado el número de fallecimiento por Covid-19 que China, donde surgió la epidemia en diciembre.
¿Cómo es que llegó una de las naciones más poderosas del planeta a esta situación?, conoce algunos puntos para entender qué pasa con el coronavirus en Estados Unidos.
Minimizar la gravedad
Un día después de que Estados Unidos confirmara su primer caso de coronavirus, el pasado mes de enero, el presidente Donald Trump aseguró desde el Foro de Davos que la situación estaba controlada.
Es solo una persona que vino de China y lo tenemos bajo control. Todo va a estar bien", Donald Trump.
Ante este tipo de declaraciones, los expertos acusaron al mandatario por minimizar su gravedad.
El riesgo para los estadounidenses sigue siendo muy bajo. Cuando tienes 15 personas... en un par de días va a bajar y acercarse a cero. Es muy buen trabajo el que hemos hecho", declaró Trump el 26 de enero.
Ante este tipo de declaraciones, los expertos han señalado:
"Costó mucho tiempo que los líderes políticos y los funcionarios a nivel federal se dieran cuenta de que este era un problema grave que tenían que gestionar". Jeremy Youde, especialista en políticas de salud y decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad de Minnesota Duruh.
A medida que el coronavirus Covid-19 avanzaba por los estados de la costa oeste de Washington y California, el país no estuvo en condiciones de realizar un rastreo significativo de casos porque las pruebas eran muy lentas.
Problemas con las pruebas
Inicialmente, el gobierno se negó a relajar los obstáculos regulatorios que habrían permitido a los departamentos de salud estatales y locales desarrollar sus propios kits de prueba basados en las pautas proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud, y las primeras muestras se enviaron a la sede de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta.
- Luego, el CDC remitió kits de prueba defectuosos a los estados, lo que profundizó el retraso.
Capacidad de respuesta
El 13 de marzo, el presidente estadounidense Donald Trump declaraba el estado de emergencia nacional ante la propagación de la nueva cepa de coronavirus, para así poder contar con más ayuda federal para combatir el virus.
Un día antes se anunciaba el cierre de las fronteras nacionales a los viajeros procedentes de Europa; con excepción de los pasajeros estadounidenses.
Sin embargo, ambas medidas llegaron cuando se registraban ya más de mil 600 casos en el país y se contabilizaban al menos unas 40 muertes por el virus.
Si hubiéramos podido hacer un seguimiento de los contactos de los contaminados, podríamos haber encontrado muchos más casos rápidamente y cerrar los puntos críticos". Gabor Kelen, director de medicina de emergencia de la Universidad Johns Hopkins.
- Los funcionarios estadounidenses han defendido su respuesta, ante la opinión de los expertos.
Estados Unidos no es un monolito, hay 50 estados diferentes con diferentes respuestas gubernamentales de los gobernadores y los departamentos estatales de salud pública". Thomas Tsai, cirujano general y profesor de política de salud de Harvard.
Contradecir a la OMS
El pasado 24 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaba que Estados Unidos podría convertirse en el epicentro mundial de la pandemia de coronavirus, al registrar una "aceleración muy grande" de los contagios.
Sin embargo, el presidente Donald Trump sólo señalaba la necesidad de volver a las actividades laborales, asegurando que las personas querían volver al trabajo, y que practicarían el distanciamiento social y otras sugerencias, al tiempo que las personas mayores serían vigiladas.
Falta de una política de distanciamiento social
A inicios de marzo, los Institutos Nacionales de Salud advertían ya sobre la importancia y necesidad del "distanciamiento social" y de minimizar lo más posible el contacto innecesario en entornos públicos.
Sin embargo, a pesar de las cifras de contagiados, el 15 de marzo, el mandatario estadounidense pedía calma a los ciudadanos de su país y a los medios de prensa, asegurando que todo estaba bien.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump planteaba la posibilidad de relajar las medidas de restricción contra el coronavirus, entre ellas el cierre de negocios o los trabajadores en casa, pues estas resultaban nefastas para la economía.
El país no tomó la pandemia en serio, y según la viróloga de la Universidad de Columbia, Angela Rasmussen, la situación que viven hoy "podría haberse detenido implementando pruebas y vigilancia mucho antes, por ejemplo, cuando se identificaron los primeros casos importados".
Obesidad e hipertensión
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos incluyeron la obesidad severa en personas de todas las edades entre los factores de alto riesgo al padecer el Covid-19 de forma grave.
- El 80% de los pacientes con Covid-19 ingresados en las unidades de cuidados intensivos tiene sobrepeso.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha señalado que la obesidad y el sobrepeso pueden causar diabetes, que a su vez sí es un factor de riesgo ante el nuevo coronavirus.