Al menos un millón de mascarillas provenientes de China no cumplen con los estándares de calidad para proteger a los médicos canadienses en sus labores de combate al coronavirus (COVID-19), por lo que no serán enviadas a los hospitales, informó el gobierno canadiense.
La Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC, por sus siglas en inglés) informó que las mascarillas adquiridas iban a ser enviadas a los trabajadores del sector salud que se encuentran trabajando en la contención de la pandemia, que ha infectado a miles de personas en este país del norte de América.
Las mascarillas tipo N95 o su equivalente de fabricación china, (KN95), suelen ser las más seguras para los profesionales de la salud, ya que filtran hasta el 95 por ciento de las pequeñas partículas. No obstante, algunos de los materiales recibidos no cubrían dicho estándar.
De acuerdo con autoridades canadienses, la amplia demanda de equipo médico por parte de todos los países del mundo ha generado escasez de los mismos entre los proveedores de mayor renombre, por lo que han requerido comprar equipo de otras compañías.
La PHAC destacó que la contratación de productos de proveedores diferentes está siendo sometida a rigurosas revisiones en cuanto a la calidad y estándares necesarios para proteger a los trabajadores incluso cuando se trata de donación de la cooperación internacional.
La dependencia informó que las mascarillas no serán devueltas a China, sino que podrían ser utilizadas entre los funcionarios que no se desempeñan en el sector salud y donde las medidas de protección y prevención no son tan estrictas como en los hospitales.
No sólo Canadá ha recibido equipo médico que no cumple con los estándares de calidad. Desde el comienzo de la emergencia por coronavirus, España, República Checa, Turquía y Países Bajos han reportado fallas e incumplimientos en los materiales y pruebas médicas provenientes de China.