La nueva capital de Egipto se levanta en medio del desierto en un proyecto que pretende albergar a cerca de cinco millones de personas, así como hoteles, residencias, centros de convenciones y, en un futuro, lagos artificiales y un parque del doble de tamaño que Central Park, incluso cientos de mezquitas y la mayor iglesia del país.
La la nueva capital administrativa , como es conocida oficialmente, está ubicada a la mitad del camino entre El Cairo, actual capital egipcia, y el puerto de Suez. Tiene un área de 700 kilómetros cuadrados, lo cual equivale a una extensión apenas menor que la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Se prevé que la nueva urbe albergue edificios públicos como palacios presidenciales, embajadas y ministerios, que serán la nueva sede del Gobierno del presidente Abdel Fattah al Sisi, y que los más de 200 kilómetros de carreteras conecten la nueva ciudad con el resto del país.
La intención de construir una nueva capital para Egipto es principalmente descongestionar la ciudad de El Cairo, la cual, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la segunda megaciudad del mundo con el aire más contaminado.
¿Cómo se construirá una megaciudad en medio del desierto?
Para la construcción de este proyecto urbanístico, el gobierno creó una empresa pública en la que participa en un 51% el Ejército egipcio, quien cuenta con múltiples empresas en diversos sectores y que es el propietario de los terrenos de construcción, y en un 49% el Ministerio de Vivienda.
Asimismo, la inversión que costará la nueva capital será negociada con compañías chinas que pueden aportar hasta 20 millones de dólares.
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