El gobierno de Donald Trump aumentó este domingo la presión sobre Corea del Norte, en la víspera de la Asamblea General de la ONU, donde Estados Unidos pedirá sanciones internacionales contra Pyongyang, al que amenazó con destruir si continúa provocando a Washington o a sus aliados.
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Pyongyang realizó semanas atrás su sexto ensayo nuclear y varios lanzamientos de misiles intercontinentales, el último de éstos el pasado viernes, con un proyectil que sobrevoló Japón.
El acto fue visto como desafiante unos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara un octavo paquete de sanciones contra Corea del Norte.
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El presidente Donald Trump y su homólogo de Corea del Sur, Moon Jae-In, se comprometieron a ejercer mayor presión sobre Pyongyang durante una conversación telefónica.
El objetivo es que el régimen norcoreano entienda que más provocaciones solo logrará reforzar el aislamiento diplomático y las presiones económicas que llevarán a su hundimiento, declaró la presidencia surcoreana.
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