A partir de este lunes Italia le dijo adiós al confinamiento por el nuevo coronavirus (COVID-19) tras llegar a un acuerdo con el Gobierno para reabrir casi por completo sus actividades comerciales.
Este día los comercios, las playas, los restaurantes, los hoteles, las peluquerías, los centros de belleza, así como los centros religiosos y turísticos, fueron abiertos, aunque con algunas condiciones.
Los italianos pudieron, por fin, salir por un café o un helado, o ir de compras. En los canales de Venecia surcaron nuevamente las góndolas. Mientras que la basílica de San Pedro celebró su primera misa con fieles presentes.
Los movimientos de personas dentro de su región ya no están sujetos a limitación; pero aún, y hasta el 2 de junio, queda prohibido trasladarse a otras regiones por medio de transportes públicos o privados.
Por el momento, algunas regiones como Lombardía, Piamonte y Campania han retrasado las aperturas de restaurantes para permitir a los propietarios adecuarse a las medidas requeridas.
Algunas de las condiciones para salir a la calle:
- Se podrá ir al restaurante guardando la distancia de un metro entre los clientes o colocando barreras separadoras; se usará una mascarilla al levantarse de la mesa.
- En la playa debe haber una separación entre sombrillas de cinco metros, y quedan prohibidos los juegos y deportes en grupo.
- En el sector de la belleza, como servicios de peluquería y estética, los clientes sólo podrán ser atendidos bajo cita y será obligatorio uso de mascarillas y guantes.
- En las tiendas de ropa y otros servicios, será necesario que los clientes lleven guantes y mascarillas.
Se espera que el 25 de mayo se abran gimnasios, centros deportivos y piscinas; posteriormente, el 15 de junio, abrirán teatros y cines. Ahora los presidentes regionales son los que decidirán y tendrán la responsabilidad de las aperturas.