Harvey Weinstein, uno de los productores de cine más influyentes de Hollywood fue sentenciado este miércoles a 23 años de cárcel después de que el tribunal penal del Estado de Nueva York lo hallara culpable de los dos cargos por delitos sexuales que se le imputaban.
El famoso productor de Hollywood, de 67 años, enfrentaba una pena mínima de cinco años y una máxima de 29 años de cárcel.
La sentencia pronunciada por el juez James Burke de la corte penal estatal de Manhattan es una gran victoria para el movimiento #MeToo contra la agresión y el acoso sexual, nacido tras el estallido del escándalo Weinstein en octubre de 2017.
Weinstein que siempre defendió su inocencia enfrenta los cargos por el delito sexual en primer grado cometido en contra de la ayudante de producción Mimi Haleyi en 2006, quien fue forzada a tener sexo oral con él, y violación en tercer grado, sin consentimiento expreso, a la actriz Jessica Mann en 2013.
Más de 80 mujeres le han denunciado por acoso, agresión sexual o violación a lo largo de varias décadas, pero solo fue juzgado por estos dos casos cuyos delitos no han prescrito.
El famoso productor fue exculpado de los cargos de violación en primer grado (con arma o violencia extrema) y los dos de agresión sexual "depredadora", un término legal que implica que el delito es parte de la conducta natural del acusado. Estos últimos eran los más graves y por los que arriesgaba a cadena perpetua.
"No soy la persona que era cuando comenzó esta crisis", dijo Weinstein al juez, pidiendo clemencia antes de conocer la pena y añadió "quizás nunca más vea a mis hijos".
Aseguró que no tenía tanto poder como se dice, que su compañía era "pequeña", y comparó las denuncias contra hombres poderosos acusados de acoso o agresión sexual con la persecución de comunistas lanzada por el senador Joseph McCarthy durante la Guerra Fría.
Durante la audiencia, el fiscal Joan Illuzzi dijo al juez que Weinstein "estaba borracho de poder", y añadió que "tenía los sueños de muchas personas en sus manos pero estas jóvenes soñadoras no eran ni siquiera personas para él".
Antes de la sentencia, y por momentos llorando, Mimi Haleyi dijo al juez: "el incidente con Harvey Weinstein cambió el curso de mi vida". "Aplastó parte de mi alma", añadió.
"Ahora me siento aliviada de saber que no está por encima de la ley", sostuvo Haleyi, y añadió que la condena a Weinstein le ayuda a procesar la "vergüenza" y "la culpa" que siente por lo sucedido.
Por su parte, Jessica Mann mencionó al juez: "este hombre robó mi cuerpo y estoy obligada a llevar la carga de esa experiencia conmigo hasta que muera".