Las compañías aéreas reiniciaron sus vuelos en medio de diversas dificultades y tras dos meses sin volar debido a la pandemia del coronavirus.
Tripulaciones que se enteran del destino del vuelo unas horas antes de despegar, aeropuertos que anulan de improviso autorizaciones de aterrizaje y el entrenamiento de los pilotos, son algunos ejemplos de las dificultades que enfrentan las compañías.
"Prácticamente ya no hay cronogramas fijos sino guardias" para el personal, explicó recientemente el presidente del primer grupo aéreo europeo Lufthansa, Carsten Spohr.
El regreso a la normalidad es un inmenso desafío para las compañías que han estado durante más de dos meses y medio casi totalmente paralizadas.
Lufthansa, por ejemplo, tenía una oferta de vuelos comparable a la de los años 1950, es decir, unos 3 mil pasajeros diarios en vez de los 350 mil de antes de la crisis del coronavirus.
Vuelta a la normalidad podría ser en cuatro años
En varios países del mundo, el regreso es lento. Singapore Airlines, donde la reactivación dura "entre unos días y una semana según el tipo de avión", va a proponer 12 destinos adicionales a partir de junio y julio.
Pero con 32 destinos frente a los 135 que ofrece habitualmente, el grupo asiático solo opera al 6% de su capacidad.
En Japón, la vuelta es también "progresiva" para las compañías JAL y ANA, que proponen el 30% de sus vuelos habituales en junio, el doble que en mayo.
El presidente de la mayor compañía de Oriente Medio, espera una vuelta a la normalidad completa en cuatro años.
Lufthansa espera ofrecer vuelos para septiembre al 90% de sus destinos de corto radio y el 70% del largo.
Con las anulaciones de vuelos solo comunicadas unas semanas antes a los pasajeros, el servicio al cliente telefónico está sobrecargado. Actualmente, el grupo de Lufthansa gasta varios centenares de millones de euros mensualmente solo en reembolsos, según Spohr.