Unos 200 inmigrantes acampados en una playa cercana a la ciudad italiana de Ventimiglia, fronteriza con Francia, fueron este lunes desalojados por motivos de higiene y seguridad pública, informaron las autoridades locales.
Portavoces de la policía confirmaron que agentes de ese cuerpo, así como de los carabineros y de la guardia de finanzas desalojaron a los indocumentados en cumplimiento de una ordenanza emitida el viernes pasado por el alcalde, Enrico Ioculano.
Aseguraron que el operativo, iniciado a primera hora del lunes, se realizó sin mayores problemas.
Unos 70 inmigrantes recibieron asilo en una parroquia por decisión del sacerdote Francesco Marcoaldi.
"Permanecerán aquí hasta que no se haya encontrado una solución a este problema. Estarán aquí hasta que sea necesario". Marcoaldi.
El obispo de Ventimiglia, Francesco Suetta, lanzó un llamado a los párrocos de la ciudad para que abrieran las puertas de las iglesias a los inmigrantes.
Según la policía, otros indocumentados fueron trasladados a la vecina ciudad de Imperia para ser identificados y unos 50 más fueron llevados a Génova, de donde serán posteriormente transferidos en avión a centros de acogida en otros puntos de Italia.