Linwood Lambert, un hombre negro de 46 años fue detenido y falleció, en un caso más de brutalidad policial en Estados Unidos.
En el video se puede ver que Lambert está esposado en el asiento trasero de una patrulla y empieza a dar patadas a los cristales hasta que rompe las ventanillas. Huye y es perseguido por los tres policías, todos blancos -un hombre y una mujer- quienes descargan contra él sus pistolas taser y le gritan que se tire boca abajo.
Tras al menos 20 descargas, a las afueras de un hospital, ya con los brazos esposados a su espalda, el hombre grita que está intentado tumbarse y los policías lo arrastran hasta la patrulla, donde se desmaya. Poco después muere por un paro cardiaco.
A la vista de estas imágenes, la familia inició una causa civil contra los tres agentes, el jefe de la policía local y el ayuntamiento.