Un hombre de negocios británico que contrajo el coronavirus en Singapur y lo transmitió a una decena de personas, lo que le valió el apodo de "superpropagador", afirmó estar "totalmente curado" y dio las gracias por ello al servicio público de sanidad NHS.
Steve Walsh, originario del sur de Inglaterra, se infectó durante una conferencia empresarial en Singapur.
De regreso al Reino Unido pasó varios días en una estación de esquí en los Alpes franceses, donde transmitió el coronavirus a varios británicos, incluido un niño de nueve años.
Cinco de ellos están hospitalizados en Francia y, un sexto, un hombre de 46 años, en la isla española de Mallorca.
Walsh regresó luego al Reino Unido, donde se le relaciona con al menos otros cinco casos de coronavirus, incluidos dos miembros de los servicios médicos. Uno de ellos es un doctor que trabajaba en un centro médico de Brighton que tuvo que ser cerrado.
Quiero dar las gracias al NHS por su ayuda y sus cuidados. Estoy totalmente curado y mis pensamientos están con aquellos que contrajeron el coronavirus". Walsh en un comunicado escrito desde el hospital de Londres.
"En cuanto supe que había estado expuesto a un caso confirmado de coronavirus me puse en contacto con mi médico" y las autoridades sanitarias británicas, aseguró.
"Se me aconsejó ir a una habitación aislada del hospital, a pesar de la ausencia de síntomas, y luego permanecer aislado en casa", dijo.
Después, "cuando se confirmó el diagnóstico, me enviaron a una unidad de aislamiento en el hospital, donde todavía estoy, y, como precaución, también se aconsejó a mi familia que permaneciera en aislamiento", agregó.
Apodado "super-spreader" (superpropagador) por la prensa británica, el hombre es un responsable de ventas de 53 años con dos hijos.
La epidemia se ha cobrado más de mil vidas en China continental desde el anuncio de la primera muerte el 11 de enero, atribuida al virus 2019-nCoV.