Durante el debate realizado la noche del domingo en busca de la candidatura presidencial demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders alegaron ser la mejor opción para guiar a Estados Unidos ante la crisis causada por el nuevo coronavirus, uniéndose en sus críticas a la respuesta del mandatario Donald Trump ante dicha pandemia.
No obstante, ambos precandidatos mostraron claras diferencias sobre la manera en que enfrentarían una crisis económica y de salud pública en el país.
Biden señaló que utilizaría un despliegue del ejército para ayudar en las labores de recuperación y advirtió que podría ser necesario un rescate financiero federal para estabilizar la economía.
Sanders por su parte se inclinó por las mismas políticas locales que han dominado su campaña, argumentando que un sistema de seguros médicos gestionado por el gobierno le permitiría al país responder más rápido a una crisis de salud.
El brote del nuevo coronavirus Covid-19 ha transformado rápidamente casi todos los aspectos de la vida de los estadounidenses, causando el cierre de escuelas en todo el país y alterando los itinerarios de viajes, además de suspender los eventos de campaña, así como la postergación de las elecciones primarias en algunos estados, debido a las recomendaciones de las autoridades de salud por evitar las grandes concentraciones.
Esto es más grande que cualquiera de nosotros, esto requiere que todos en la nación nos apoyemos unos a otros", dijo Biden.
El ex vicepresidente lució decidido a mantener el enfoque en la elección general, dirigiéndose directamente a los leales simpatizantes de Sanders y comprometiéndose, por primera vez, a seleccionar a una mujer para que sea su compañera de fórmula en caso de obtener la nominación demócrata.
Tras el anuncio de Biden, Sanders dijo que "muy posiblemente" haría lo mismo.
Sanders lució determinado a marcar agudos contrastes con las propuestas de Biden durante todo el debate, desafiándolo agresivamente en temas como la guerra en Irak y los acuerdos de libre comercio. Argumentó que ha "enfrentado a todos los intereses especiales que hay por allí", y añadió: "Eso es muy distinto a lo que ha hecho Joe".
El del domingo fue el primer debate entre sólo dos candidatos en las primarias demócratas, mismo que llevó a cabo a puerta cerrada y sin público, debido a las medidas para contener la propagación del Covid-19.