El cinco de noviembre se cumplen 10 años de que el Alto Tribunal Iraquí dictó sentencia contra Saddam Hussein, el dictador que lideró por 24 años a los iraquíes. A pesar de que Hussein pidió ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento, la sentencia fue morir en la horca.
El exlíder iraquí fue acusado de la matanza de 148 chiíes en Dujail en 1982 y crímenes contra la humanidad, y es que durante su mandato, gobernó con mano dura y sometiendo con las armas a quién se le opusiera.
El dictador, que llegó a ser teniente general, a pesar de no tener una carrera militar, se mostró desafiante y autoritario cuando se le comunicó su sentencia, de hecho tuvo que ser obligado a ponerse de pie, y cuando supo que moriría gritó con el Corán en la mano:
"¡Alá es grande! ¡Larga vida a la nación!"
Ese día fue histórico: Bagdad estaba bajo toque de queda, el aeropuerto fue cerrado y se registraron varios atentados en Irak, así como protestas a favor y en contra del dictador.
- El líder iraquí ocupó la presidencia entre 1979 y 2003. En 1980 inició la guerra contra Irán, una década después invadió Kuwait, lo que dio paso a la Guerra del Golfo. En 2003 Estados Unidos invadió Irak para derrotar a Hussein argumentando la existencia de armas de destrucción masiva,sin embargo éstas nunca se encontraron.
El hombre que fue analfabeto hasta los diez años, impuso su carácter incluso el día de su muerte, el 30 de diciembre de 2006, cuando se negó a usar la capucha que sus verdugos le iban a poner.
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