Seguramente eres de los que pelan una cebolla y lloran, por eso Maggie Hegyi te da un truco para que no vuelvas a derramar una lágrima.
- Congela la cebolla por 10 minutos o ponla en el refrigerador una hora
- Pícala finamente
- Ponla abajo del chorrito de agua
- Coloca una rebanada de pan debajo de tu boca para que el gas inductor de lágrimas no te moleste
¡Ojalá que esto te funcione!
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