La actriz Nicole Kidman se dijo sorprendida de la transformación que representó para ella el papel de Erin Bell, una ruda detective a la que le queda poca voluntad para la policía o la vida, al cual dio vida en "Destroyer", su más reciente trabajo, un thriller sobre la policía de Los Ángeles.
Meter a la fuerza a la actriz Tatiana Maslany en la cajuela de un auto fue la experiencia que sacó a Nicole Kidman de sí misma y la enfocó en su papel en Destroyer , relató la actriz, "la estaba metiendo en el maletero de ese auto y pensaba: ¿qué diablos es esto?".
Durante el estreno de la película, el pasado lunes en el Festival Internacional de Cine de Toronto, la actriz de 51 años declaró que lo más difícil no fue la parte exterior del personaje, sino su oscuridad interior, estaba sentada viendo los últimos 15 minutos de la película, pensando ¡Dios! ¿Esa soy yo?. Y es raro porque la vi y se siente casi como un sueño, pues fue muy diferente para mí existir en ese lugar .
La película fue realmente difícil para mí. Es tan extrema, tan diferente de quien soy. Quería que fuera real y auténtica. No quería aparecerme y hacer una actuación. Así que en cierto modo tuve que mudarme a un lugar y existir por un periodo de tiempo en un lugar en el que no me gustó estar, ni mental ni físicamente. No me di cuenta de lo que me iba a costar hasta que ya estaba ahí", comentó.
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