A tres semanas del arranque de los Juegos OlÃmpicos de RÃo de Janeiro, el artista brasileño Eduardo Kobra trabaja sin cesar para terminar su gigantesco fresco mural, que asegura es el mayor del mundo, en la zona portuaria recién modernizada.
En este inmenso fresco, los continentes están representados por cinco gigantescos rostros, la cifra de los anillos olÃmpicos: un karen de Birmania y Tailandia para Asia; un huli de Papúa Nueva Guinea para OceanÃa; un indÃgena tapajó de la Amazonia brasileña para las Américas; un chukchi de Siberia para Europa, y un mursi de EtiopÃa para África.
Antes de comenzar a pintar la obra titulada justamente "Somos todos uno", el equipo del artista pasó 15 dÃas preparando la pared de una vieja dársena, cerrando agujeros y pintándola de blanco para que sirva de fondo al fresco multicolor.
El muro elegido es emblemático de este céntrico barrio renovado donde llegan todos los cruceros turÃsticos, al borde de la bahÃa de Guanabara y por donde pasa el nuevo tranvÃa construido para los Juegos.