Era un día de festejo y devoción, como todos los 28 de cada mes cuando los fieles a San Judas Tadeo acuden con su santo a la iglesia de San Hipólito a ofrecer sus oraciones y pedir uno que otro milagro.
Pero este feligrés se "excedió de dimensiones" y acabó rodando, pero sin bici y en el piso. El gigantesco "San Juditas" que llevaba en la espalda era el centro de atención mientras transitaba en bicicleta por la calle. De repente, se distrae del manubrio y se impacta contra un auto.
Los momentos fueron captados por el copiloto de un automóvil que iba a su costado grabando el peculiar peregrinaje de este devoto ciclista.
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