Una noche histórica e inolvidable la que se vivió este sábado en el estadio Azteca, cuando más de 80 mil personas vibraron y fueron testigos de la despedida de los escenarios del llamado Charro de Huentitán, Vicente Fernández.
Vicente no se podÃa retirar sin cumplir con su famosa frase: "Mientras ustedes no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar".
Asà que esta noche el público no sólo no dejó de aplaudir, también cantó, bailó, bebió y lloró a lo largo de las casi cuatro horas que duró esta histórica velada escuchando todos los éxitos del querido "Chente".
El espectáculo al que llamaron "Un azteca en el Azteca, el adiós a un grande", inició a las 21:15 de la noche, y en medio del enorme escenario que se montó a un costado de la canchera del Coloso de Santa Ãarsula apareció Vicente Fernández vistiendo elegante traje de charro negro, con botonaduras en oro y sombrero en color marfil.
"No me sé rajar" fue la primera de las 56 canciones que interpretó para beneplácito de la gente que no dejó de aplaudirle y acompañarlo con sus canciones de principio a fin.