A sus 37 años, el capitán de la Selección Mexicana, Rafael Márquez es el primero en levantar la voz y uno de los que más desean escribir una historia distinta a la que se ha vivido desde 2001 en Columbus, cuando el Tricolor enfrenta a Estados Unidos en eliminatoria para la Copa del Mundo.
"Disfruto cada momento. Para mí es una nueva oportunidad. Sería muy fácil para mí retirarme, estar en mi casa rascándome la panza, criticando, pero mi ambición es de seguir trabajando, de hacer algo diferente, de ver a una Selección mejor, y es lo que me tiene aquí trabajando, tratando de ayudar, poniendo mi experiencia. Quiero hacer algo diferente y por eso estoy aquí", sentenció Rafa al final del segundo entrenamiento del Tri en Columbus.
Márquez ha sufrido las derrotas del Tri, sin embargo, no quiere recordar el pasado y prefiere enfocarse en el presente.
"Son épocas distintas, ya no me acuerdo de eso. Hoy vivo algo diferente y disfruto del potencial de estos jugadores. No me acuerdo del pasado. Es una época nueva, con gente en Europa, casi la mitad del equipo, así que eso es importante".
Para el capitán del Tri, así como en Honduras se pudo dejar atrás una racha de más de 20 años sin ganar en su territorio, ahora se puede emular ese logro, pero en Columbus frente a Estados Unidos.
"Cuando vamos a Honduras, hay muchos hondureños y cuando vamos a Guatemala, hay muchos guatemaltecos. Este equipo ya demostró en Honduras se puede ganar y ahora estamos tratando de cambiar todo esto".