Sólo un equipo ha sido capaz de vencer a los Cowboys de Dallas esta temporada. Los Giants lo consiguieron por apenas un punto en el primer partido de la temporada y lo volvieron a hacer el domingo por la noche, al vencer 10-7, cortando la racha de 11 triunfos consecutivos de Dallas.
El partido fue dominado por las defensivas, ya que ninguno de los dos equipos superó las 260 yardas en ataque, cada uno perdió tres veces el ovoide y tanto Eli Manning como Dak Prescott fueron capturados en tres ocasiones. Se necesitaba una jugada grande para romper un partido tan cerrado y Odell Beckham la proporcionó con poco más de un minuto por jugar en el tercer cuarto, decantando la balanza del lado de los locales.
Ezekiel Elliott, quien fue contenido a 51 yardas en el duelo previo, tuvo éxito por tierra al correr para 107 yardas. El problema fue el juego aéreo, ya que Dak Prescott tuvo su peor partido como profesional. Sus dos intercepciones fueron las primeras desde la semana ocho y duplicaron la cantidad de pases interceptados en los 12 partidos previos, completó menos de la mitad de sus pases y por tercer partido consecutivo no superó las 200 yardas por pase, terminando con su peor rating (45.4) en la NFL.
Como consecuencia, Dallas no pudo mover las cadenas toda la noche, convirtiendo apenas una de 15 oportunidades en tercer down. Tuvieron tres oportunidades para empatar o darle la vuelta al marcador después de la intercepción que sufrió Eli, pero los Cowboys no lograron cruzar medio campo, perdiendo así su segundo partido de la temporada.
Pese a la derrota, los Cowboys siguen como dueños del mejor récord de la NFL (11-2), aunque los Giants (9-4) recortan la distancia con su rival divisional a dos juegos, con tres partidos por jugar.