Un hombre arrojó una cubeta de agua a la antorcha olímpica con la intención de apagarla, cuando el símbolo deportivo recorría la ciudad de Maracaju (centro-oeste de Brasil).
El hombre, de 27 años de edad, fue detenido inmediatamente por la policía local por delito contra el patrimonio público.
Tras el pago de una fianza de mil reales brasileños, es decir, unos 300 dólares, el acusado fue puesto en libertad a la espera de que se celebre el juicio.
Al contrario de lo que muchos creían inicialmente, la motivación del joven no fue política. Según la policía civil de Brasil, había apostado con sus amigos que sería capaz de apagar la llama, informó el portal de noticias UOL.
El nombre del acusado no fue revelado por la policía brasileña.