La Federación Turca de Fútbol condenó el atentado de este sábado registrado cerca del estadio del club Besiktas en Estambul, en el que 38 personas murieron y 155 resultaron heridas.
La Federación ordenó guardar un minuto de silencio antes de los partidos de las ligas profesional y aficionada en Turquía el domingo y el lunes.
Las banderas ondearán a media asta y no se tocará música durante los partidos, señaló la federación, después de que el primer ministro, Binali Yildirim, decretara una jornada de luto nacional por los ataques, un nuevo atentado a gran escala que conmociona a un país enfrentado a varias amenazas de seguridad.
El ataque golpeó la recién construida Arena Vodafone, conocida coloquialmente como Estadio Besiktas por el nombre del equipo que juega ahí y del vecindario en que se encuentra. El club condenó el atentado en un comunicado publicado en su portal oficial.
La cifra de víctimas civiles era baja porque cuando se produjeron las explosiones, los aficionados ya habían abandonado el estadio después de que el equipo local derrotara 2-1 al visitante Bursaspor en un encuentro de la liga turca.
Este año, Estambul ha registrado diversas explosiones, algunas de las cuales se han atribuido al grupo Estado Islámico y otras han sido reivindicadas por militantes curdos. El país está bajo estado de emergencia desde el fallido golpe de estado del 15 de julio.