El estallido de un par de bombas en Estambul, Turquía, dejó un saldo de 15 muertos y 166 heridos; una de las explosiones fue un auto bomba que estalló en las inmediaciones del estadio de fútbol Vodafone Arena, casa del Besiktas; mientras que el otro ataque fue un bombardero suicida.
Dicho altercado se suscitó dos horas después del partido entre el Besiktas y el Bursaspor. Distintos medios han manejado la posibilidad de que el estadio no haya sido el blanco, sino la embajada de Alemania, próxima a la Vodafone Arena.
De momento nadie se ha reivindicado el atentado; sin embargo, Estambul ha sufrido este año explosiones atribuidas al grupo Estado Islámico y grupos de militantes curdos.
El Besiktas condenó el atentado en un comunicado publicado en su portal oficial.
Por su parte, Bursaspor manifestó que entre los heridos no hay aficionados de fútbol y emitió un comunicado en el que desearon "una pronta recuperación de nuestros ciudadanos heridos".