TLC con México y Canadá, pesada carga para Obama
Obama admite que el pacto comercial con México y Canadá firmado en 1994 tiene algunas deficiencias.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se ha convertido en una pesada carga para Barack Obama y sus aliados en sus esfuerzos por superar la resistencia del Congreso a la firma de acuerdos comerciales con Japón y otras naciones.
El presidente estadounidense admite que el pacto comercial con México y Canadá firmado en 1994 tiene algunas deficiencias, a las que mucha gente atribuye la pérdida de puestos de trabajo, sobre todo en el sector industrial, y promete hacer los ajustes pertinentes.
Los sectores que apoyan los acuerdos afirman que factores como la globalización y la tecnología fueron la verdadera causa de la desaparición de muchos empleos. Pero les cuesta convencer a los opositores a estos acuerdos de que los pactos sellados después del TLCAN fueron beneficiosos para el trabajador estadounidense y que es imperioso firmar más acuerdos de ese tipo.
En las discusiones, se hable del tema que se hable, siempre asoma el TLCAN, impulsado mayormente por los republicanos en el Congreso y firmado por un presidente demócrata, Bill Clinton. Los liberales, los sindicatos y otros sectores condenan el acuerdo casi a diario. Dicen que es el marco de referencia para las nuevas propuestas impulsadas por Obama y, otra vez, un bloque mayormente republicano en el Congreso.