Reconocen en Davos que desigualdad obstaculiza crecimiento sostenible
"Las políticas redistributivas no son contraproducentes para el crecimiento".
La excesiva desigualdad de ingresos es un obstáculo para el crecimiento económico sostenible, señalaron este viernes economistas y activistas.
"La excesiva desigualdad no propicia un crecimiento sostenible", declaró en Davos la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en un debate en el Foro Económico Mundial sobre la concentración de la riqueza.
Economistas del FMI realizaron investigaciones que concluyeron en que "la distribución de la riqueza es importante en sí, porque aumentar los ingresos de los pobres tiene un efecto multiplicador que no se produce si se aumenta el ingreso de los que ya son ricos", explicó Lagarde.
En esa línea, explicó que "las políticas redistributivas no son contraproducentes para el crecimiento", una idea que hasta hace poco "no formaba parte del pensamiento convencional".
Robert Shiller, Nobel de Economía, consideró que "el problema de la economía, en términos de su incapacidad para distribuir mejor la riqueza, está en el manejo de riesgos, en los incentivos (que necesita)", aunque también lo consideró como parte de un problema político.
En defensa de que el sistema económico actual es el mejor para reducir la pobreza y generar oportunidades para todos estuvieron el consejero delegado de WPP (multinacional británica dedicada a las relaciones públicas), Martin Sorrell; y su colega de Alcoa (una las mayores productoras de aluminio del mundo), Klaus Kleinfeld.
Sorrell dijo que en los últimos cincuenta años se han registrado mejoras sin precedentes en el número de personas que han salido de la pobreza para entrar en la clase media, principalmente en los países de economías emergentes.
Al mismo tiempo, reconoció, las empresas no están creando empleo porque están demasiado enfocadas "en los costes, más que en la expansión, con lo que siete billones de dólares están durmiendo en los balances".
En la misma dirección, Kleinfeld defendió, con números, el éxito del sistema económico en la reducción de la pobreza, que según los datos que ofreció, pasó de afectar al 72% de la población en 1950 a un 14.5% en 2011.
La clase media, igualmente, se ha ensanchado y a ella pertenece ahora el 44% de la población mundial.
En una línea opuesta, la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyma, explicó que el problema de la concentración de la riqueza reposa en que los ricos utilizan sus recursos para influir, en su propio beneficio, en las decisiones políticas.
En lo que sí coincidieron los participantes es en que, desde la crisis financiera de 2008, la desigualdad se ha agravado.