Profeco ofrece guía para reconocer el buen estado de pescados y mariscos
Explica que los pescados deben tener ojos brillantes, no sumidos, ni opacos o blancuzcos.
Durante esta temporada los consumidores recorren mercados y centros comerciales en busca de pescados frescos y de buena calidad.
Por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ofrece una guía para adquirir estos productos perecederos y destaca algunas consideraciones para reconocer el buen estado de los pescados y mariscos.
Así, explica que los pescados deben tener ojos brillantes, no sumidos, ni opacos o blancuzcos, su aspecto debe ser húmedo, su piel brillante y con las escamas bien adheridas a la piel, de tener agallas éstas deben ser rosadas o rojizas.
Para identificar la frescura de los filetes de pescado, la carne de éstos debe sentirse firme al tacto y al oprimirse no debe quedarse sumida, ni deshacerse al frotarla.
En cuanto a los mariscos, expuso el organismo, el caparazón de éstos debe ser duro, mientras que en el cangrejo, jaiba o langosta es necesario verificar que sus tenazas, al ser estiradas, regresen a su posición original.
El camarón debe mantener la cabeza y patas firmes al cuerpo sin que se desprendan fácilmente; además es importante observar que no tengan anillos negros o grisáceos en la superficie del cuerpo. Abundó que las almejas tienen que estar completas, bien cerradas y al golpearlas entre sí se debe escuchar un sonido hueco.
Uno de los aspectos que es importante considerar al adquirir este tipo de alimentos es el olor que despiden; así, éste debe ser suave, si desprende aroma a amoniaco significa que ha entrado en proceso de descomposición.
A su vez, el organismo subrayó la importancia de comprar en establecimientos que cuenten con el equipo necesario para la adecuada conservación de estos alimentos.
Además, aconsejó seleccionar los pescados y mariscos hasta el final de las compras y una vez en casa colocarlos en el refrigerador o el congelador inmediatamente, según sea el tiempo en el que se planea consumirlos, el tiempo estimado después de la compra es de tres días en refrigeración. En caso de comprar estos productos empaquetados, se tendrá que verificar su fecha de caducidad.
El organismo recomendó comparar los precios en distintos establecimientos para no pagar más por el mismo producto.