Banco Mundial destaca avances y retos de protección social en México
Se recurrió a implementar programas de protección no contributivos.
México es uno de los países de América Latina con bajos índices de cobertura de su población de adultos mayores en pensiones para jubilación, a pesar de haber avanzando en el apoyo a sus sectores más vulnerables, señaló el Banco Mundial (BM).
La publicación “Más Allá de las Pensiones Contributivas” documentó que México ha progresado en los últimos años en alcanzar a la población de más bajos recursos con programas como “70 y Más”, la pensión alimentaria y otras iniciativas no contributivas.
“En eso se ha avanzado mucho y queda un desafío importante en parte porque la estrategia de México ha sido, a diferencia de otros países de la región, empezar por los sectores más pobres”, dijo el coautor del estudio Rafael Rofman.
El libro, que recoge las experiencias en protección social de 14 países de la región, destaca que las reformas del sistema de pensiones en toda América Latina lograron expandir el acceso a pensiones a 11 millones de personas mayores de 65 años que estaban excluidas.
“Las recientes reformas de pensiones adoptadas en los 14 países en la última década han ayudado a reducir la proporción de la población de más de 65 años sin acceso a beneficios en casi 33%, un cambio que representa la más dramática mejora de cobertura en décadas”, señaló el BM.
Se trata de un tema “urgente” desde la perspectiva del Banco, a fin de evitar que la creciente población longeva caiga en la pobreza, tomando en cuenta que la expectativa de vida pasó de 52 años en 1950, a 74 años en 2010 y será de 85 años en el 2100.
En el caso de México, un 30.8% de la población de 65 años o más subsiste sólo con ingresos propios, un 22.2% sólo con pensiones y 10.2% con ingresos y pensiones, según cifras del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
De acuerdo con el BM, las reformas de México en sus programas de pensión a favor por sistema de capitalización total, contribuciones definidas y cuentas individuales respondieron más a presiones fiscales y al fomento del ahorro, que a lograr una mayor cobertura.
El Banco Mundial destacó por ello que durante la última década, el gobierno recurrió a implementar programas de protección social no contributivos que constituyen transferencias de ingreso para garantizar un “piso mínimo”.
Rofman señaló que las recomendaciones para México, al igual que para la mayoría de países de la región con amplios mercados laborales informales, incluyen iniciativas que no necesariamente tienen que ver con pensiones sino con la economía en general.
Entre éstas destaca una inversión eficiente en educación con calidad, contar con sistemas de pensiones razonables con beneficios que no sean una carga onerosa, ampliar la base tributaria y una buena estrategia de cumplimiento con el sistema de recaudación.