Autos eléctricos ya son una realidad en México
Ya hay infraestructura para poder abastecerlos de energía eléctrica: Nissan.
Con apenas 35 vehículos totalmente eléctricos en circulación, entre casi 35 millones de automotores, los autos eléctricos dejaron de ser una prueba piloto y ya son un realidad que “llegó para quedarse” a México.
Y es que, automotrices como Nissan, BMW y General Motors, tomaron el reto de introducir al país los primeros vehículos completamente eléctricos, se aliaron con otros sectores para generar la infraestructura necesaria y están a la espera de apoyos gubernamentales para masificar su uso.
El director de relaciones gubernamentales de Nissan Mexicana, Jorge Vallejo, recuerda que la automotriz japonesa se aventuró a introducir su vehículo totalmente eléctrico Leaf en una prueba piloto en la ciudad de México y el año pasado masificó su penetración para el consumidor general.
“Somos la primera marca que se atreve en un mercado tan reñido y competitivo, pero también tan maduro, a lanzar el programa de vehículos eléctricos y Nissan se atreve a ser la primera marca en lanzarla a toda su red de distribuidores, así que ya estamos en la segunda etapa".
Refiere que el consumidor pensaba que el vehículo eléctrico no llegaría a México, pues no había en donde cargarlo, pero ya hay infraestructura.
"Que era un vehículo sin incentivos para comprarlo, pero ya los hay, pues están exentos del pago del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos y de Tenencia vehicular, además de que no les aplica el Programa Hoy No Circula", resalta.
Sin embargo, en opinión del coordinador de BMWi, la línea de vehículos eléctricos de la automotriz alemana, Eugenio Grandio, aún faltan incentivos para masificar la comercialización, lo que impulsaría el precio a la baja de estas unidades, que en el caso del Nissan Leaf es de 470 mil pesos y el i3 de BMW de 699 mil 900 pesos.
Aún así la industria asegura que el beneficio de tener un vehículo eléctrico se cuantifica en hasta 50% de ahorro en el mantenimiento de la unidad y la recuperación de la inversión en un plazo máximo de cuatro años.