Liberan 28 guacamayas rojas en Reserva de la Biófera Los Tuxtlas
Los ejemplares llegaron el pasado 9 de diciembre desde el Parque Ecoarqueológico Xcaret.
Un segundo grupo de guacamayas rojas recién fueron liberadas en la Reserva de la Biófera Los Tuxtlas, que hoy cuenta con 28 nuevos habitantes de plumaje multicolor, informó la directora del Proyecto e investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Patricia Escalante Pliego.
Los 28 habitantes llegaron el 9 de diciembre desde el aviario del Parque Ecoarqueológico Xcaret, listos para los retos de la vida silvestre.
A diferencia de junio pasado, cuando se llevó a cabo la primera liberación de las aves donadas, esta vez todo salió perfecto “porque ya tenemos más experiencia y corregimos errores”, dijo en un comunicado la experta.
A manera de ejemplo, señaló que “ahora no las espantamos para salir del aviario; la vez anterior sí lo hicimos por la presión de tomar las imágenes; entonces cinco desaparecieron de la zona y nos costó mucho trabajo localizarlas; a dos no las pudimos recuperar”.
La mitad del nuevo grupo son ejemplares jóvenes, es decir, exploradores y curiosos, y fueron los primeros en salir; para el siguiente día ya lo habían hecho todos. Seguramente durante abril entrarán y saldrán del aviario, explorarán la reserva y encontrarán sitios que les gusten.
Algunas de las aves de mayor edad que tienen pareja quizá empiecen a buscar sitios para anidar y “tendremos que ayudarles un poco, porque aunque en la zona de Nanciyaga hay muchos árboles altos, no sabemos si hay suficientes con huecos donde puedan hacer sus nidos”.
En los últimos tres meses, dijo, las aves recibieron entrenamiento para valerse por sí mismas, como los ejercicios de acecho por parte de humanos y mamíferos terrestres, y se les presentó alimento natural de las ramas de los árboles para que lo reconozcan y consuman.
También se les incitó consistentemente a ejercitarse a fin de que tengan una mejor condición física, que requerirán para mantenerse a salvo fuera del aviario de preliberación, cuando enfrentarán nuevos peligros.
Además, portan un chip de identificación y un anillo cerrado, así como una etiqueta de reconocimiento a distancia en el ala. Algunas llevan radiocollares y se cuenta con muestras de sangre para su detección por ADN en caso de que se requiera para perseguir algún delito.
“La captura y comercio de guacamayas, loros y pericos están prohibidos en México porque las poblaciones naturales están diezmadas y es necesario dejar que se recuperen o se perderán para el país”.
El primer grupo para la reintroducción en Los Tuxtlas fue liberado el 14 de junio del 2014, en la Reserva Ecológica La Otra Opción. La sobrevivencia es exitosa, de un 63 por ciento, es decir, 17 de 27 sobreviven “y están muy bien, más apartadas.