Justicia electoral garantiza legalidad e imparcialidad: Luna Ramos
Destacó que la justicia electoral también asegura el efectivo ejercicio de los derechos político-electorales.
La justicia electoral garantiza la independencia, imparcialidad y legalidad de los procesos de renovación de los poderes públicos, afirmó el magistrado José Alejandro Luna Ramos.
El presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), destacó que la justicia electoral también asegura el efectivo ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía.
Al participar en la clausura del V Foro de la Democracia Latinoamericana, añadió que “la justicia electoral es un elemento fundamental de la democracia contemporánea, que exige la existencia y buen funcionamiento de las autoridades públicas destinadas a instrumentarla”.
Este régimen, afirmó, se ha instalado a lo largo y ancho del continente y, como idea, forma parte del pensamiento y voluntad de los ciudadanos que habitan en él.
Hizo énfasis en que al ser una forma de organización dinámica, todo régimen democrático exige la existencia y buen funcionamiento de las autoridades públicas destinadas a instrumentarla.
Luna Ramos, manifestó que el régimen de respeto y libertades es un anhelo que toda sociedad comparte, por lo cual es necesario robustecer los procesos sociales que llevan a su consolidación, así como a las instituciones encargadas de garantizarlo y preservarlo.
En este sentido, recordó que la tutela de los derechos de los grupos excluidos y minoritarios, como es el caso de las mujeres y los indígenas, ha sido parte de la agenda del organismo desde hace por lo menos una década.
El magistrado comentó que el Tribunal Electoral se vio fortalecido con las nuevas atribuciones derivadas de la reciente reforma político-electoral, las cuales apenas empiezan a desplegarse.
Entre ellas, se refirió a la nueva Sala Regional Especializada, la cual se encargará de conocer y resolver los Procedimientos Especiales Sancionadores, con el propósito de garantizar el equilibrio entre los participantes de las contiendas.