Tlatlaya e Iguala evidencian endeble compromiso con derechos humanos: AI
Confió en que se investigue la cadena de mando para llegar a los que dieron las órdenes.
México está sacudido por dos casos graves de uso excesivo de la fuerza militar y policial que han costado la vida a casi 30 personas y puesto en duda los compromisos del Gobierno de Enrique Peña Nieto en materia de derechos humanos, sostuvo Amnistía Internacional (AI).
La organización puso en duda ese compromiso, al asegurar que el mandatario "dejó de lado los derechos humanos".
"No bastaba con palabras, el compromiso debe ser con hechos concretos, (pero) nunca vimos nada y ahora la situación explota" con el caso de Tlatlaya y el de Iguala, donde seis personas fallecieron el fin semana a manos de policías municipales, dijo el portavoz de AI México, Perseo Quiroz.
Destacó que hay "varios patrones que se reproducen a lo largo y ancho del país: el uso excesivo de la fuerza por parte de autoridades tanto en Tlatlaya como en Iguala", pero también en otras partes del territorio.
"Los funcionarios no tienen protocolos para el uso adecuado de la fuerza y generan graves violaciones, tortura, desapariciones forzadas de personas y ejecuciones extrajudiciales", señaló.
El activista celebró la captura de ocho militares y 22 policías involucrados en un total de 28 muertes, pero confió en que se "investigue la cadena de mando" para llegar a los que dieron las órdenes. "No queremos chivos expiatorios", dijo.
En el caso de los ataques en Iguala contra estudiantes de Ayotzinapa, tras los cuales 38 jóvenes permanecen desaparecidos, Peña Nieto pidió al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, que asuma la responsabilidad.
Esta vez dejó solo al político del Partido de la Revolución Democrática (PRD), a pesar de que una de las principales banderas de su estrategia de seguridad es la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para recuperar la paz.