Debate energético inspira a senadores
La tormenta por la reforma energética sí se dio en el Senado, pero con un aguacero.
La tormenta de la llamada “madre de todas las reformas” no ocurrió. Sólo se manifestó afuera del recinto, pero no con marchas o plantones, sino con un fuerte aguacero que se filtró por los porosos techos y tragaluces del recinto del Senado de la República y dio paso a la poesía.
Debate pactado el de la reforma energética en su primer round o primer día del periodo extraordinario; sin tomas de tribuna por parte del PRD, ni del Partido del Trabajo que ocuparon la mayor parte de las 12 horas en lanzar arengas con sabor electoral de cara a los comicios de julio de 2015.
El dictamen que expide la nueva Ley de Hidrocarburos, y en general el debate de la reforma energética en materia secundaria que permitirá la participación del capital privado en algunos sectores de la industria petrolera y eléctrica, inspiró a más un senador a sacar su vena poética.
El senador Adán Augusto López, sobrino de Andrés Manuel López Obrador, lanzó arengas a favor del naciente partido de Morena y de pasó citó a otro tabasqueño: Carlos Pellicer.
Alejandro Encinas, ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y perredista, también llegó inspirado y evocó a Efraín Huerta.
La pertinaz lluvia azotó toda la tarde al gigante de concreto de Reforma e Insurgentes y enfrió los ánimos también del presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, quien dejó atrás su hablar belicoso y agradeció a sus compañeros de bancada y a la oposición su apoyo a esta reforma.
El impasse legislativo, que por momentos causó preocupación, surgió cuando el senador Manuel Camacho Solís tuvo un lapsus en tribuna, y en defensa comentó que por la toma de un medicamento sintió malestar.
La pasarela del primer round energético continuó con 18 perredistas y petistas que presentaron votos particulares; después vendrían las posturas de cada partido y el debate en lo general, sólo en el primer dictamen que crea la Ley de Hidrocarburos, para sumar más de 40 legisladores, unos a favor y otros en contra.
Sin estridencias, el senador priista Enrique Burgos, expuso en tribuna que esta reforma mantiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de la nación sobre los hidrocarburos que se encuentran en el subsuelo del territorio y preserva La rectoría del Estado mexicano sobre el sector de los hidrocarburos.
Manuel Bartlett, petista, titular de Gobernación en tiempos de Miguel de la Madrid, remachó el debate “¡No estamos de luto, estamos indignados! El pueblo de México se las va a cobrar a todos ustedes, ustedes van a ser barridos en las próximas elecciones”.