Alcalde de Iguala ordenó ataque a normalistas: PGR
Se trató de una “represión violenta” dirigida por el grupo delincuencial Guerreros Unidos.
El alcalde de Iguala, ahora prófugo, José Luis Abarca, fue quien ordenó el ataque a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, indicó el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam.
En conferencia de prensa el funcionario federal, señaló que la dependencia a su cargo tiene ya una línea de investigación en el caso Iguala, la cual indica que los hechos ocurridos el 26 de septiembre pasado se trató de una “represión violenta” operada por el grupo delincuencial Guerreros Unidos con la intención de disuadir a los normalistas de protestar en el informe de labores de la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, y a quien, de acuerdo a las investigaciones, se señala como principal operadora de las actividades criminales en la entidad.
Murillo manifestó que a partir de las declaraciones de Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, detenido en días pasados, se tiene acreditado lo ocurrido el 26 de septiembre: los halcones o informantes de Guerreros Unidos reportan el arribo de los estudiantes a Iguala, y ante el temor de que se presentaran actos de violencia en el informe de labores de María de los Ángeles Pineda Villa, a través de radio, desde la central, el A5, clave del alcalde de Iguala, dio la orden del ataque.
Los estudiantes intentaron darse a la fuga, en la confusión la policía de Iguala disparó al autobús del equipo de Futbol Los Avispones de Chilpancingo. Posteriormente se detuvo el vehículo de los estudiantes, los llevaron a las instalaciones de la policía de Iguala, de donde luego fueron sustraídos por elementos de la policía de Cocula en una camioneta de redilas con rumbo a la zona de Pueblo Viejo. El procurador dio a conocer que la policía de Cocula alteró la numeración de las patrullas involucradas en los hechos.
Murillo Karam explicó que todavía no se conoce el paradero de los jóvenes pese a que han aparecido por el momento 9 fosas, con un total de 30 cadáveres que según los informes preliminares no pertenecen a ninguno de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa desaparecidos.