Enfoco. Garibaldi, exigiendo su tequila
Aquí se puede encontrar todos los géneros de la música popular mexicana.
En este espacio más mexicano que en cualquier otro, la gente exige un tequila y esa canción que arranca el alma y saca lágrimas. Antes, en la parte de atrás había un kiosco y unos portales sobre el Eje Central, ahora hay un moderno edificio de grueso cristal y agaves en lugar de kiosco.
En medio de este caos ambiental los que parecen ser los mismos son los turistas, con caras azoradas y enfundados en sus tradicionales bermudas, sus caderas se mueven al ritmo de los gritos y de la música mexicana, casi se mueven solas, de un lado al otro, aplauden cada vez que termina “La Cucaracha”, su canción favorita.
Aquí se puede encontrar todos los géneros de la música popular mexicana: mariachi, norteño, son jarocho, tropical, tríos, todos. Los músicos han seccionado la plaza, en la parte de atrás, están los músicos de la tercera edad, en la parte central están los autodidactas y enfrente sobre el Eje Central, están los estudiados, los de conservatorio.
Hoy día, la presencia de la gente y la demanda de la música mexicana en Garibaldi ha disminuido, la precaria situación económica del país se impone ante la necesidad de ahogar las penas con tequila, sin embargo, el espíritu de la plaza es inquebrantable, los mariachis no callan porque ya está escrito que aquí todas las noches mientras unos lloran sus penas, otros cantan sus alegrías, pero de aquí nadie sale como entró, tal vez solamente se encuentre algún triste recuerdo olvidado.