Disminuye entre población sentido religioso de Semana Santa
La mayoría la aprovecha sólo para descansar o salir de vacaciones.
La Semana Santa es una conmemoración importante para la mayoría de los mexicanos, aunque su sentido religioso ha disminuido porque gran parte de la población la aprovecha sólo para descansar o salir de vacaciones, según un estudio de Gabinete y Comunicación Estratégica (GCE).
De acuerdo con una encuesta aplicada por la consultora a 800 personas en todo el país, en la actualidad estas fechas, cuando se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth, es considerada por 45.4% de los mexicanos como un periodo vacacional y por 24.6% como un puente para el descanso.
En el 2010, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arrojó que 92 millones 924 mil 489 personas profesan la religión católica en México. Tal universo permite dimensionar la respuesta de 34% de los encuestados que reconocieron su participación en alguna de las actividades de ese tiempo litúrgico.
A los días de la Semana Santa, que inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, se les considerada de guardar porque se reza y se reflexiona sobre la entrega a la muerte de Cristo y se celebra su resurrección.
El trabajo de GCE/Kaleydoscopio señala que 26% de los entrevistados sí da un sentido religioso a este periodo, pues asocia a los días santos con la Pasión de Jesús, mientras que 18.1% lo relaciona con una etapa de reflexión.
En cuanto a qué día de ese tiempo litúrgico es el más importante, 53% dijo que el Viernes Santo, en el que se recuerda la Pasión de Cristo mediante un Vía Crucis en el que se representa su prisión, los interrogatorios de Herodes y Poncio Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión.
Para 13.1% el Sábado de Gloria es el más importante; 8.5% dijo que el Domingo de Resurrección, 8.3% el Jueves Santo de la Última Cena y 13.8% no supo qué decir.
El resto repartió su opinión entre el Domingo de Ramos, el lunes en que Jesús expulsó a los mercaderes del templo, el martes en que Jesucristo anticipó la traición de Judas y la negación de Pedro, y el miércoles de la conspiración de Judas.