Se cumple un año sin cosméticos probados en animales en Europa
Otros países como India, Corea del Sur o Israel hayan seguido esta medida.
La prohibición total de comercialización en la Unión Europea (UE) de productos cosméticos que hayan sido testados en animales cumple un año, lo que a juicio de la Comisión Europea (CE) refleja el valor que los europeos otorgan al bienestar animal.
El comisario europeo de Consumo, Neven Mimica, destacó la relevancia de esta decisión y subrayó que es muestra de la importancia que los ciudadanos comunitarios dan a la protección de los animales, dijeron fuentes comunitarias.
El Ejecutivo comunitario prohibió en 2004 que los productos cosméticos fuesen testados en animales, mientras que en 2009 se extendió la medida a los ingredientes de los mismos.
Ese mismo año se prohibió también la comercialización de los cosméticos que tuviesen compuestos testados en animales.
Sin embargo, en el caso de los ingredientes con efectos más complejos sobre los humanos (los que causan sensitización dérmica, carcinogénesis, toxicidad reproductiva o los toxicocinéticos), la prohibición se aplazó para encontrar test alternativos que garantizasen la seguridad de los usuarios y finalmente entró en vigor el 11 de marzo de 2013.
La restricción afecta también a los productos que vengan de terceros países, que no pueden venderse en el mercado comunitario si han sido probados en animales.
La CE considera que con esta medida Europa tiene la oportunidad de sentar un ejemplo de innovación responsable en materia de cosméticos pero que no comprometa la seguridad de los consumidores.
En este sentido, saluda el hecho de que otros países como India, Corea del Sur o Israel hayan seguido su impronta, según su comunicado.
Bruselas subraya que las compañías aún pueden fabricar nuevos productos que sean seguros sin necesidad de probarlos en animales, dado que existen miles de ingredientes cuya seguridad ya está probada.
Además, señala que se han validado ya más de 40 métodos alternativos para hacer estos test que no requieren el uso de animales.
Estas modernas alternativas pueden ofrecer nueva información sobre la seguridad de los ingredientes, con frecuencia incluso de forma más barata y eficiente, explicaron fuentes comunitarias.