Tropas norteamericanas aumentarán actividades en Afganistán para 2015
Se movilizarán para garantizar la seguridad de ciudadanos estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó recientemente una orden autorizando la expansión del papel de las tropas estadounidenses en Afganistán en 2015, por lo que podrían involucrarse en operaciones de combate, confirmó este sábado un funcionario norteamericano.
"Aunque no seguiremos persiguiendo a los insurgentes por ser solo miembros de los talibanes, dado que los talibanes amenazan directamente a las fuerzas de EE.UU. y la coalición en Afganistán o suministran apoyo directo a Al Qaeda, tomaremos medidas apropiadas para mantener seguros a los estadounidenses", indicó este funcionario, que pidió el anonimato.
De este modo, agregó, "EE.UU. podrá ofrecer apoyo en combate a las tropas afganas en circunstancias limitadas para prevenir pérdidas estratégicas a estas fuerzas de seguridad afganas".
Los acuerdos con Afganistán sellados este año prevén la presencia en el país de nueve mil 800 soldados estadounidenses hasta finales de 2015, tras la retirada de la OTAN este año.
En un principio, su misión estaría limitada a combatir los resquicios de Al Qaeda y entrenar y asistir a las fuerzas afganas.
No obstante, el cambio en la estrategia responde a las presiones del Pentágono para completar con éxito la misión en Afganistán, la guerra más larga de la historia de EE.UU., y permitirá a las fuerzas estadounidenses ejecutar misiones contra los talibanes y otros grupos que sean una amenaza para ellas o el Gobierno afgano.
La orden presidencial autoriza bajo determinadas circunstancias los bombardeos estadounidenses para apoyar las operaciones militares afganas, así como el despliegue de tropas terrestres para asistir en operaciones contra los talibanes.
Asimismo, abre la puerta al uso de bombarderos y "drones" (aviones no tripulados) para apoyar a las tropas afganas en las misiones de combate.
Tras 13 años de guerra y el anuncio de la salida de las tropas estadounidenses para finales de este año, el Gobierno de EE.UU. está preocupado por la debilidad de las autoridades locales a la hora de enfrentar en solitario la amenaza de los insurgentes talibanes, que han continuado sus ataques a puestos del Ejército afgano y de la coalición internacional.