Termina temporada de huracanes en el Atlántico y el Pacífico
"Odile" fue el más poderoso en el Pacífico.
La temporada de huracanes del Atlántico, Golfo de México y el Caribe concluyó este domingo y pasa a la historia como una de escasa actividad como se esperaba, mientras que la del Pacífico que regularmente afecta a México fue la más activa en dos décadas.
La estadounidense Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyectó 13 tormentas en el Atlántico, pero sólo se produjeron ocho, con seis huracanes.
Los científicos atribuyen las pocas de tormentas a vientos de niveles altos récord y a una lenta temporada de monzones en la costa oriental de Africa, donde se originan la mayoría de las tormentas del Atlántico. “La combinación de condiciones atmosféricas actuaron para suprimir la temporada, incluyendo una muy fuerte cizalladura vertical del viento, combinado con el aumento de la estabilidad atmosférica y aire seco a través del Atlántico tropical", dijo Gerry Bell, experto del NOAA.
De las ocho tormentas que se formaron, sólo dos alcanzaron una categoría mayor: "Edouard" en septiembre que fue categoría tres con vientos de 185 kilómetros por hora y "Gonzalo" en octubre, categoría cuatro y vientos de 230 kilómetros por hora.
"Arthur" fue el primer huracán de la temporada que se inició el 1 de junio y tocó tierra en Estados Unidos, al entrar el 4 de julio Día de la Independencia en Carolina del Norte con vientos máximos de hasta 155 kilómetros por hora. Dejó a unas 44 mil personas sin electricidad.
"Gonzalo" fue la tormenta más poderosa de la temporada. El 15 de octubre se convirtió en un huracán de categoría cuatro y afectó desde las Antillas Menores hasta las Bermudas, donde murieron tres personas. Pero el más mortífero fue "Cristobal", un huracán categoría uno que se formó el 23 de agosto y afectó el Caribe, con un saldo de cuatro muertos y enormes daños materiales en su camino por República Dominicana, las Bahamas y las islas Turcas y Caicos.
Louis Uccellini, director del Servicio Nacional Meteorológico de NOAA, dijo que lo lento de la temporada “no va a ser siempre el caso” y llamó a las comunidades en general “a refinar sus planes de respuesta para cualquier tormenta potencial”.
Pero tradicionalmente cuando del lado Atlántico se observa una temporada menos activa del lado del Pacífico (cuya temporada inicia el 15 de mayo y termina el 30 de noviembre) se traduce en una mayor actividad, de acuerdo con el experto Bell.
Este año en el Pacífico se registraron 22 tormentas y 16 de ellas se convirtieron en huracanes y nueve de ellos fueron de “gran tamaño” o categoría tres o mayor en la escala Saffir-Simpson de cinco niveles.
Bell dijo que débiles vientos verticales, un aire húmedo e inestable y un sistema de altas presiones en la atmósfera fueron un ambiente propicio para estas tormentas.
La temporada inició con el huracán "Amanda" que se formó el 22 de mayo y alcanzó la categoría cuatro con vientos de 250 kilómetros por hora. Provocó un muerto en Guerrero y afectó además los estados de Michoacán y Colima. Pero sin duda "Odile" fue el más poderoso. Alcanzó la categoría de huracán el 13 de septiembre y se desarrolló hasta categoría cuatro con vientos de 215 kmph para tocar tierra en Cabo San Lucas en Baja California, dejando daños millonarios y cinco muertes.
Denis Feltgen, meteorológo del Centro Nacional de Huracanes (CNH) expresó que pese a la escasa actividad en el Atlántico, la humanidad atraviesa “un ciclo intenso de huracanes”.