Sospecha gobierno argentino que fiscal de caso AMIA se suicidó
La versión se apoya en el hecho de que la puerta del departamento no fue violentada y estaba cerrada con llave por dentro.
El secretario de Seguridad de Argentina, Sergio Berni, afirmó este lunes que la muerte del fiscal que acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encubrir a terroristas pudo deberse a un suicidio, dadas las condiciones en que fue encontrado el cuerpo.
“En criminalística, cuando usted tiene un cuerpo, un arma y un casquillo, todos los caminos conducen a un suicidio, por eso deben hacerse otros estudios para saber, por ejemplo, si hay pólvora en la mano", afirmó.
La versión se apoya en el hecho de que Nisman vivía en un lujoso edificio que cuenta con seguridad privada y cámaras de vigilancia, además de que la puerta no fue violentada y estaba cerrada con llave por dentro.
Dirigentes de la oposición recordaron que el fiscal que investigaba el ataque ocurrido en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y que mató a 85 personas contó, sobre todo durante las últimas semanas, que este caso podía costarle la vida.
“Estaba muy amenazado", afirmó la diputada opositora Patricia Bullrich, presidenta de la Comisión de Legislación Penal que iba a recibir este lunes a Nisman para que presentara las pruebas de sus denuncias contra la presidenta.
La legisladora Laura Alonso, también de la oposición, explicó que pese a las amenazas que había en su contra, el fiscal no tenía miedo, y advirtió que su muerte agrava aún más la investigación del ataque a la AMIA.
El presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, advirtió que “hoy es un día de duelo, de consternación, esperemos que el fiscal encuentre la paz que no encontró entre nosotros. Me atrevo a decir que volvió a estallar la bomba de la causa AMIA".
Alberto Nisman, de 51 años, provocó un revuelo el pasado miércoles, al denunciar que la presidenta y el canciller Héctor Timerman fraguaron un plan para ofrecerles la impunidad a los iraníes implicados en el ataque sufrido en 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina.
Nisman aseguró que el gobierno quería permitir la impunidad de los acusados iraníes para reanudar las relaciones comerciales bilaterales e intercambiar petróleo por granos, lo que el gobierno rechazó desde el primer momento.
La culminación de esta maniobra, denunció el fiscal, fue el Memorando de Entendimiento que Argentina e Irán firmaron en 2013 y a través del cual la república islámica se comprometió a permitir que los imputados fueran interrogados en Teherán, cosa que finalmente jamás ocurrió.
Nisman también afirmó que Argentina le ofreció a Irán, en negociaciones ocultas, eliminar la “alerta roja” de Interpol que pesa sobre los iraníes acusados del ataque a la AMIA, cosa que tampoco sucedió porque la orden de detención siempre estuvo vigente.